La leche de vaca es almacenada en los tanques de frío, a una temperatura de unos 3º a 4ºC. El primer paso es traspasar la leche a la cuba de pasterización (67º-69ºC.), a baño maria, aquí se pasteriza la leche, se deja reposar, se enfría hasta 33ºC. y entonces se cuaja. Una vez conseguida una masa uniforme, se escurre para proceder a introducirla en los moldes y pasar a la prensa durante un mínimo de tres horas. Por último se introducen los quesos en la salmuera de 10 a 12 horas. A continuación se llevan a la cámara de curación en la que permanecerán un mínimo de 45 a 60 días. Una vez curados se procede al ahumado, con virutas de abedul, como la tradición y las normas lo indican. Para la conservación del queso solo se necesita un sitio fresco y seco. Se puede conservar hasta 1 año. |